miércoles, 9 de mayo de 2012

Homenaje a los 138 años del egiptólogo Howard Carter

Google rinde culto a Howard Carter con un egipcio doodle conmemorativo del 138 aniversario de su nacimiento. El arqueólogo británico fue responsable del hallazgo de la tumba de Tutankamón en 1.922, junto a Lord Carvarvon en el Valle de los Reyes. ¿Puede usted ver algo?», preguntó Carnarvon a Carter cuando entró en la tumba a lo que el segundo respondió «¡Cosas maravillosas!». Este éxito les hizo mundialmente famosos por ser los primeros hombres en pisarla en 3.000 años.

La expedición fue financiada por el propio Carnarvon ya que, hasta entonces el joven faraón era un auténtico desconocido y, su existencia sólo había sido detectada por Carter. Encontraron la tumba casi intacta y, por lo tanto, es reconocida como la mejor conservada del valle. El 16 de febrero de 1923, Carter abrió la cámara funeraria y descubrió el sarcófago que contenía la momia de Tutankamón.


Al poco tiempo del descubrimiento falleció Carnarvon, lo que disparó la superstición de la ‘maldición de Tutankamón’. Al parecer un antiguo texto árabe vaticinaba la maldición: «Sobre los intrusos en una tumba sellada cae el castigo más horrible. La muerte llega volando hasta quien entra en la tumba de un faraón». También se hablaba de la amenaza de un antiguo inspector del Servicio de Antigüedades de Egipto que habría dicho a Carnarvon al verle sonreír tras el descubrimiento: «Si entra con este ánimo, le doy seis meses de vida».

Carter jamás dio crédito a las supuestas maldiciones. «Todo espíritu de comprensión inteligente se halla ausente de esas estúpidas ideas», llegó a decir. Incluso, al margen de cualquier de posible temor, dirigió la extracción de la momia del sarcófago. Un proceso muy complejo porque tuvieron que separar brazos y piernas y seccionar la cabeza del cuerpo para extraer las joyas que lo adornaban y que habían sido soldadas con resinas de embalsamamiento. Las joyas del joven faraón se exhiben en el Museo Egipcio de El Cairo.

«Los antiguos egipcios, en lugar de maldecir a quienes se ocupasen de ellos, pedían que se les bendijera y dirigiesen al muerto deseos piadosos y benévolos… Estas historias de maldiciones, son una degeneración actualizada de las trasnochadas leyendas de fantasmas…El investigador se dispone a su trabajo con todo respeto y con una seriedad profesional sagrada, pero libre de ese temor misterioso, tan grato al supersticioso espíritu de la multitud ansiosa de sensaciones», manifestó al ser preguntado por el asunto.

Howard Carter nació en Norfolk, Inglaterra, el 9 de mayo de 1874. Era el pequeño de una familia de once hermanos y no fue al colegio sino que su padre se encargó de enseñarle dibujo y pintura. Gracias a estas habilidades, la Sociedad de Egiptología Inglesa le contrata como dibujante para viajar a Egipto y recrear bajorrelieves. Allí aprende a excavar y se convierte en inspector de Antigüedades. En 1908, el millonario Carnarvon le financia la expedición que a la postre daría como resultado el descubrimiento de la tumba de Tutankamón. Otros descubrimientos importantes que dirigió fue la tumba del faraón Tutmosis IV y la reina Hatshepsut.

En 1931 pone en marcha una expedición para localizar la tumba de Alejandro Magno en Asia pero al poco tiempo desiste del empeño debido a problemas de salud. No obstante, debido a sus méritos fue nombrado doctor ‘honoris causa’ en Ciencias por la Universidad de Yale, así como miembro de honor de la Real Academia de la Historia de Reino Unido.

Falleció el 2 de marzo de 1939 a los 65 años. Fue enterrado en el cementerio de Putney Vale, en Londres. Sobre su lápida reza: «Tú que amas Tebas, que tu espíritu viva, que puedas pasar millones de años, sentado con tu rostro hacia el viento del Norte, y los ojos resplandecientes de felicidad».

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