jueves, 1 de septiembre de 2016

Érase una cámara a un smartphone pegada

La compañía sueca Hasselblad celebra su 75 aniversario con un sorprendente accesorio que ha captado la atención de la prensa especializada en la presente edición de IFA. El nuevo dispositivo llega de la mano de Lenovo en lo que supone un revolucionario MotoMod para el smartphone Moto Z. Se trata de una cámara ajustable a la parte trasera con la denominación True Zoom. El módulo de cámara se conecta mediante un sistema de enganche magnético y proporciona un zoom óptico de 10x y una empuñadura de textura de goma que facilita un agarre más cómodo.

Curiosamente el módulo True Zoom no utiliza la cámara del Moto Z sino que se comporta como una cámara totalmente independiente. Tiene su propia lente 25-250 mm (equivalente a 35 mm) con un sensor de 12 megapíxeles, que es menor que el de la propia cámara de 13 megapíxeles. Lo que sí utiliza es la batería, sin la que su funcionamiento no sería posible, y la memoria de almacenamiento.

Cuando ambos dispositivos se conectan se abre instantáneamente la aplicación que controla la cámara en la pantalla del móvil. Cuenta con un botón físico de captura en el característico color naranja Hasselblad en la parte superior para que no sea necesario tocar la pantalla al realizar una instantánea. También dispone de un control manual para ajusta el zoom óptico así como una ventana que da salida al flash xenon que incorpora.

La apertura variable (f/3.5-6.5) proporciona muy buenos resultados en interiores y ambientes de baja iluminación, si bien utiliza un sensor de 1/2.3 pulgadas. La App de Hasselblad incluida en el Moto Z permite guardar las imágenes en formato JPEG o RAW. Por supuesto, la cámara es compatible con el resto de aplicaciones instaladas en el móvil como Snapchat o Instagram. También permite grabar vídeo Full HD 1080p a 30 fps. Tiene un precio de unos 250 euros.

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