viernes, 27 de abril de 2012

Futbolín dentro de una piedra preciosa gigante de ónix


Probablemente el futbolín más caro del mundo tiene como nombre sencillamente '11'. Es un lujo para el bolsillo pero también para los sentidos. Se fabrica en una sola pieza dentro de una piedra de ónix y los mangos son de piel certificada Louis Vuitton.
El diseño ha costado algo más de un año de trabajo debido a que se han utilizado exclusivamente medios artesanales para montar y ensamblar cada uno de los detalles que lo componen. Cada pieza se ha realizado meticulosamente a mano por expertos artesanos. La iluminación ambiental evita la sensación de fatiga visual gracias a su efecto relajante para el nervio óptico.


Los marcadores centrales también son luminosos y contabilizan los goles de cada equipo de forma automática. Esto es posible gracias a unos sensores de movimiento en las porterías que detectan cada gol al pasar la bola por la línea de meta. 
Las amplias curvas de la zona de juego emulan la grandeza de los mejores estadios modernos. Los jugadores de cromo pulido llevan unos leds de colores con sus números a la espalda se que activan al empezar cada partido.


Al ser su fabricación totalmente artesanal es necesario, una vez realizado el pedido, esperar dos meses para recibirlo. Tiene un precio: 48.500 euros.
¿Qué el ónix?
Ónix, también ónice, es un mineral del grupo IV compuesto por sílice y según la clasificación de Strunz, considerado como piedra semipreciosa. En griego significa 'luz'. Es de origen volcánico puesto que se produce por la acumulación de gases volcánicos. Aunque en un principio se utilizaba en la fabricación de joyas, en los últimos años está aumentando su uso en piezas muy exclusivas para la decoración del hogar.

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